Pechuga de pollo | Carnelena
El consejo de la abuela Elena:
“Es importante secar muy bien la pechuga de pollo antes de ponerla al fuego para obtener una piel crujiente y un pollo muy tierno.”
Conservación
Todos nuestros productos necesitan estar conservados entre 2-8 °C. Si no los tienes que consumir en los próximos días, lo más recomendable es congelarlo, puesto que así aseguras mantener la calidad del producto el día que te lo quieras comer.
Proceso para descongelar el producto
El producto necesita hacer un proceso de descongelación pausado, por esta razón siempre es mejor planearlo con tiempo. La mejor forma de descongelar el producto es pasándolo del congelador a la zona más fría de la nevera, dejándolo allá 24 horas. Algunas formas de descongelar el producto son dejándolo a temperatura ambiente, u otras de menos adecuadas como con el microondas o con agua fría.
Trucos para cocinar:
- No laves el pollo con agua debajo del grifo antes de cocinarlo, es mejor hacerlo con papel de cocina.
- Si quieres que quede tierno debes cocinarlo poco tiempo. Empieza a fuego lento para que se haga bien por dentro y termina con fuego fuerte para dorarlo por fuera.
- Si lo preparas al horno, asegúrate que no se toque una pieza con el otro, cada una tiene que tener su espacio para hacerse bien por todos lados.
Ideas para condimentar el pollo:
El pollo puede ser condimentado con una gran variedad de ingredientes, pero nosotros te recomendamos que experimentes con las siguientes hierbas aromáticas: laurel, tomillo, salvia, romero, albahaca o perejil. Estas hierbas darán mucho más sabor al pollo.
También puedes jugar con estas especies: pimentón dulce, pimienta negra, azafrán, comino y por supuesto, el curri.
De todos modos, por nosotros el ingrediente más armónico con el pollo siempre será el limón.
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